Este proyecto de turismo cultural impulsado por el Consell Comarcal de la Terra Alta ha representado una inversión de 170 millones de pesetas aportados por el Ministerio de Medio Ambiente. Joaquim Gasulla, gerente del consejo, destacó ayer la importancia de la nueva oferta turística: "Es un instrumento para atraer visitantes y confiamos que genere una serie de servicios complementarios que contribuyan a crear riqueza en el territorio"..
La línea de tren que unía Tortosa (Baix Ebre) con Alcañiz y La Puebla de Híjar, poblaciones de la provincia de Teruel, se empezó a construir en 1882 pero las obras tuvieron muchos problemas y no se inauguraron hasta 1942. La vía estuvo en servicio durante 31 años y se cerró definitivamente el 17 de septiembre de 1973. La línea ha sido desmantelada y los raíles sustituidos por una fina capa de asfalto que permite el paso de excursionistas, jinetes, ciclistas y hasta minusválidos con sillas de ruedas. Los diversos viaductos han sido rehabilitados y hay seis túneles con iluminación mediante energía solar.
La nueva ruta verde de la Terra Alta empieza en Arnes y va hacia Horta de Sant Joan, desde donde se observa el convento de Sant Salvador y una panorámica de los Ports de Tortosa-Beseit. Después sigue paralela al río Canaletes, un afluente del Ebre, y pasa por Les Olles (Bot), el balneario de La Fontcalda (Gandesa) y la Venta del Riu (El Pinell de Brai). Superado Bot, cruza las sierras de Pàndols y de Cavalls, escenarios de la batalla del Ebre de la guerra civil, y que el consejo comarcal y los ayuntamientos de Corbera y Gandesa quieren convertir en un museo al aire libre dedicado a la paz.